OTROS DATOS
1– Liturgia de la Palabra
Finalidad:
La proclamación de la Palabra de Dios.
Recibir la Palabra de Dios que se proclama.
Responder esa palabra.
Contenidos: Ocho elementos constituyen esta parte:
Primera Lectura
Salmo Responsorial
Segunda Lectura
Aclamación antes del Evangelio (Aleluya)
Proclamación del Santo Evangelio
Homilía
Profesión de fe (Credo)
Oración universal
Finalidad:
La proclamación de la Palabra de Dios.
Recibir la Palabra de Dios que se proclama.
Responder esa palabra.
Contenidos: Ocho elementos constituyen esta parte:
Primera Lectura
Salmo Responsorial
Segunda Lectura
Aclamación antes del Evangelio (Aleluya)
Proclamación del Santo Evangelio
Homilía
Profesión de fe (Credo)
Oración universal
2– La música en la Liturgia de la Palabra
Nota aclaratoria muy importante:
El salmo responsorial no lo vamos a “tocar” aquí, porque no le toca a los “chicos del coro” acapararlo, ni mucho menos al que dice que tiene mejor voz, sino que ese ministerio es todo un ministerio aparte del ministerio de la música. El salmista es otro ministro con un oficio distinto al que tú tienes como parte del coro.
Nota aclaratoria muy importante:
El salmo responsorial no lo vamos a “tocar” aquí, porque no le toca a los “chicos del coro” acapararlo, ni mucho menos al que dice que tiene mejor voz, sino que ese ministerio es todo un ministerio aparte del ministerio de la música. El salmista es otro ministro con un oficio distinto al que tú tienes como parte del coro.
3- El Credo
Síntesis de la fe proclamada
El Credo es la profesión de fe de la Iglesia. Es una respuesta a la Palabra de Dios. Tiene un valor de tradición que expresa la unidad de la Iglesia en la misma fe. Los domingos y solemnidades hay que “gritar” esta fe con mucha devoción y pasión. Es nuestra fe. Es en lo que creemos. Es los que en esencia somos, lo que nos identifica, lo que nos hace hijos, hermanos de la Iglesia. Antes –mucho antes-, esta profesión de fe se cantaba con frecuencia…pero en nuestros días, es una posibilidad casi nula. Razones de tiempo, de dificultad para musicalizar un texto tan largo y tan bello de una manera sencilla, de modo que lo pudiéramos cantar todos, imposibilitan que hoy día se cante los domingos o en las solemnidades. Sin embargo debes saber que el Credo es lo que eres…es tu razón de ser. Si lo cantas…solo cuida que todos lo canten, porque esta es la profesión de fe de todos. Puedes hacerlo de manera alternada por un solista y el pueblo, o bien por dos coros. (Introducción General del Misal Romano 44.)
El Credo es una declaración de fe de los presentes. Se recita en domingos y solemnidades, y también en celebraciones más solemnes.
El Credo en forma de preguntas y respuestas sólo cuando hay bautismos, en la Vigilia pascual y en el Sacramento de la Confirmación; fuera de esos momentos, cada domingo o solemnidad una de las dos fórmulas del Símbolo de la Fe.
Síntesis de la fe proclamada
El Credo es la profesión de fe de la Iglesia. Es una respuesta a la Palabra de Dios. Tiene un valor de tradición que expresa la unidad de la Iglesia en la misma fe. Los domingos y solemnidades hay que “gritar” esta fe con mucha devoción y pasión. Es nuestra fe. Es en lo que creemos. Es los que en esencia somos, lo que nos identifica, lo que nos hace hijos, hermanos de la Iglesia. Antes –mucho antes-, esta profesión de fe se cantaba con frecuencia…pero en nuestros días, es una posibilidad casi nula. Razones de tiempo, de dificultad para musicalizar un texto tan largo y tan bello de una manera sencilla, de modo que lo pudiéramos cantar todos, imposibilitan que hoy día se cante los domingos o en las solemnidades. Sin embargo debes saber que el Credo es lo que eres…es tu razón de ser. Si lo cantas…solo cuida que todos lo canten, porque esta es la profesión de fe de todos. Puedes hacerlo de manera alternada por un solista y el pueblo, o bien por dos coros. (Introducción General del Misal Romano 44.)
El Credo es una declaración de fe de los presentes. Se recita en domingos y solemnidades, y también en celebraciones más solemnes.
El Credo en forma de preguntas y respuestas sólo cuando hay bautismos, en la Vigilia pascual y en el Sacramento de la Confirmación; fuera de esos momentos, cada domingo o solemnidad una de las dos fórmulas del Símbolo de la Fe.
4– Liturgia de la Eucaristía
Finalidad
Encuentro personal con Cristo
El Hombre y Dios frente a frente
Cristo se hace Sacrificio, y con Él nosotros,
al Padre por el Espíritu
Contenido
Presentación de dones
Plegaria eucarística
La plegaria tiene nueve elementos:
1. Prefacio: El Santo, Santo, Santo es el Señor.
2. Transición de la epíclesis
3. Epíclesis
4. Narración de la Institución
5. Anámnesis
6. Segunda epíclesis o invocación
7. Conmemoración de los santos
8. Intercesiones
9. Doxología de Alabanza
Ritos de Comunión
1. Padre Nuestro
2. Signo de paz
3. Cordero de Dios (Agnus Dei)
4. Signo de la fracción del pan
5. La comunión
6. Oración después de la comunión
Finalidad
Encuentro personal con Cristo
El Hombre y Dios frente a frente
Cristo se hace Sacrificio, y con Él nosotros,
al Padre por el Espíritu
Contenido
Presentación de dones
Plegaria eucarística
La plegaria tiene nueve elementos:
1. Prefacio: El Santo, Santo, Santo es el Señor.
2. Transición de la epíclesis
3. Epíclesis
4. Narración de la Institución
5. Anámnesis
6. Segunda epíclesis o invocación
7. Conmemoración de los santos
8. Intercesiones
9. Doxología de Alabanza
Ritos de Comunión
1. Padre Nuestro
2. Signo de paz
3. Cordero de Dios (Agnus Dei)
4. Signo de la fracción del pan
5. La comunión
6. Oración después de la comunión
5– Anámnesis o aclamación conmemorativa
Salvación por Cristo
Es el momento en que decimos: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! O Cada vez que comemos de este pan y comemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas, o bien, Por tu cruz y resurrección nos has salvado, Señor. Estas respuestas aclaratorias son las oficiales y son propiamente conmemoración del sufrimiento y la glorificación del Señor, con una expresión de fe en su venida. La variedad de cantar en estos textos y en la música es deseable.
Salvación por Cristo
Es el momento en que decimos: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! O Cada vez que comemos de este pan y comemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas, o bien, Por tu cruz y resurrección nos has salvado, Señor. Estas respuestas aclaratorias son las oficiales y son propiamente conmemoración del sufrimiento y la glorificación del Señor, con una expresión de fe en su venida. La variedad de cantar en estos textos y en la música es deseable.
6– El Amén solemne
El verdadero ofertorio
El sacerdote eleva la Víctima preciosa, que es Cristo, y pronuncia las palabras: Por Cristo, con Él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda Gloria por los siglos de los siglos; entonces los fieles dan su asentamiento y hacen suyas estas palabras contestando vigorosamente: Amén.
Ahora si que hay una “Víctima” que ofrecer al Padre. Cristo es elevado al Padre, como ofrenda viva una vez más. ¡Éste es el verdadero ofertorio!… la divina Ofrenda que una vez mas se entrega por la salvación de todos los hombres.
Por esto, hay que cantar el Amén vigorosamente, porque es el signo que se agradece, se asiente, se acepta y se reconoce en ese Cuerpo y en esa Sangre elevadas, al único Salvador. Hay que cantarlo siempre. Es lo deseable ya que, litúrgicamente hablando, es lo correcto.
El verdadero ofertorio
El sacerdote eleva la Víctima preciosa, que es Cristo, y pronuncia las palabras: Por Cristo, con Él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda Gloria por los siglos de los siglos; entonces los fieles dan su asentamiento y hacen suyas estas palabras contestando vigorosamente: Amén.
Ahora si que hay una “Víctima” que ofrecer al Padre. Cristo es elevado al Padre, como ofrenda viva una vez más. ¡Éste es el verdadero ofertorio!… la divina Ofrenda que una vez mas se entrega por la salvación de todos los hombres.
Por esto, hay que cantar el Amén vigorosamente, porque es el signo que se agradece, se asiente, se acepta y se reconoce en ese Cuerpo y en esa Sangre elevadas, al único Salvador. Hay que cantarlo siempre. Es lo deseable ya que, litúrgicamente hablando, es lo correcto.
7– El Padrenuestro
Conciencia de ser hijos y hermanos
¿Qué es el Padrenuestro?
Es uno de los más grandes tesoros de la Iglesia. ¡Es la misma oración que Cristo nos enseñó! Es ni más ni menos, Palabra de Dios. Es la oración por excelencia con la que nos manifestamos como hijos del Padre y hermanos de Jesucristo. Pedimos perdón por nuestros pecados y el pan de cada día. Nos comprometemos con el amor con el amor al hermano y declaramos nuestra fe. Con el Padrenuestro en la Misa, comienza nuestra preparación inmediata en el Banquete Pascual, comienza el rito de la comunión.
¿Siempre se canta el Padrenuestro?
No, no siempre debe cantarse, también está permitido recitarlo. Se puede cantar únicamente en las celebraciones dominicales o en las solemnidades.
¿Quién canta el Padrenuestro?
Es un canto de la Asamblea. Le pertenece al pueblo. Debe ser entonado por todas las personas congregadas. Es un momento que no acepta exclusividades, adornos corales complicados, y tampoco acepta cambios en el texto original. No podemos alterar la letra porque el autor de la letra no es otro sino Cristo.
¿Cómo se canta el Padrenuestro?
Se canto con alma, con todo el pueblo, en unidad y con toda la energía positiva, con toda la fe. Procura que la comunidad conozca perfectamente la melodía y ensaya previamente con ella tus arreglos corales.
Doxología del Padrenuestro
Estas palabras de alabanza: Tuyo es el reino, tuyo el poder y la Gloria por siempre, Señor, son cantadas por todos, especialmente cuando se canta el Padrenuestro. También aquí el coro puede realzar la aclamación con armonía. Esto quiere decir: sin cambiar la letra…¡cántalas! Por lo menos en las solemnidades.
Conciencia de ser hijos y hermanos
¿Qué es el Padrenuestro?
Es uno de los más grandes tesoros de la Iglesia. ¡Es la misma oración que Cristo nos enseñó! Es ni más ni menos, Palabra de Dios. Es la oración por excelencia con la que nos manifestamos como hijos del Padre y hermanos de Jesucristo. Pedimos perdón por nuestros pecados y el pan de cada día. Nos comprometemos con el amor con el amor al hermano y declaramos nuestra fe. Con el Padrenuestro en la Misa, comienza nuestra preparación inmediata en el Banquete Pascual, comienza el rito de la comunión.
¿Siempre se canta el Padrenuestro?
No, no siempre debe cantarse, también está permitido recitarlo. Se puede cantar únicamente en las celebraciones dominicales o en las solemnidades.
¿Quién canta el Padrenuestro?
Es un canto de la Asamblea. Le pertenece al pueblo. Debe ser entonado por todas las personas congregadas. Es un momento que no acepta exclusividades, adornos corales complicados, y tampoco acepta cambios en el texto original. No podemos alterar la letra porque el autor de la letra no es otro sino Cristo.
¿Cómo se canta el Padrenuestro?
Se canto con alma, con todo el pueblo, en unidad y con toda la energía positiva, con toda la fe. Procura que la comunidad conozca perfectamente la melodía y ensaya previamente con ella tus arreglos corales.
Doxología del Padrenuestro
Estas palabras de alabanza: Tuyo es el reino, tuyo el poder y la Gloria por siempre, Señor, son cantadas por todos, especialmente cuando se canta el Padrenuestro. También aquí el coro puede realzar la aclamación con armonía. Esto quiere decir: sin cambiar la letra…¡cántalas! Por lo menos en las solemnidades.
8– Los ritos conclusivos de la Misa
Finalidad
Envío misionero
Compromiso liberador
Contenido
Avisos a la comunidad
Saludo y bendición
Despedida
Finalidad
Envío misionero
Compromiso liberador
Contenido
Avisos a la comunidad
Saludo y bendición
Despedida