El canto de Aleluya

 
El Aleluya
 
El núcleo de la palabra
 
¿Cómo se canta el Aleluya?
Dentro de la clasificación de cantos en la liturgia, este canto está considerado dentro del grupo de las Aclamaciones. La palabra “aleluya” tiene su origen en una expresión que significa ¡Alabad a Yahvé! El Aleluya es la alegría que se canta a sí misma porque no tiene palabras para expresarse. Se asemeja a ciertas formas de júbilo que hay en todos los pueblos, como un milagro de alegría, de poder estar contentos. El Aleluya indica, en Misa, que hay que prepararnos a escuchar a Cristo en el santo Evangelio.
 
¿De dónde se obtienen estas frases?
Las frases que son cantadas en la parte intermedia del Aleluya son de la Sagrada Escritura y se encuentran en el libro llamado Leccionario, el cual propone los versos especiales para cada domingo ordinario y también una colección de versos comunes que se pueden utilizar en cualquier domingo del mismo tiempo litúrgico o en las ferias de entre semana. El Misal mensual y los Propios mensuales traen la frase de una manera fácil de encontrar.
 
¿Quién cante al Aleluya?
Toda la asamblea reunida debe cantar el Aleluya, así toda la comunidad expresa su alegría. Todos deben
participar del gozo de tener un encuentro fuerte con el Señor, que habla.
 
¿Cuál sería la forma ideal de cantar el Aleluya?
Con alegría y gozo, en una postura de pie y atención, con una distribución del canto de la siguiente manera: inicia un solista o un pequeño coro cantando ¡Aleluya!, enseguida la asamblea contesta: ¡Aleluya!, posteriormente la asamblea canta el versículo y todos repiten Aleluya para terminar. Así sería la forma ideal de cantar el Aleluya. Es así verdaderamente otro de los cantos “interleccionales” –el otro canto interleccional es el salmo responsorial-. La asamblea que antes ha escuchado, meditado y sentido, ahora clama jubilosa al Señor. Sin embargo, si no es posible que la asamblea sepa y ensaye el verso intermedio, pues que lo cante el pequeño coro o solista.
 
¿Siempre se canta el Aleluya?
No. Durante el tiempo litúrgico de la cuaresma se omite la palabra “Aleluya” y un verso breve de carácter aclaratorio lo reemplaza. Nosotros conocemos este verso como Honor y Gloria a Ti, Señor. Debemos tomar en cuenta también lo que la Introducción General del Misal Romano señala cuando se refiere al Aleluya en el número 39. Dice: “si el Aleluya no se canta puede omitirse”. Sin embargo, nosotros como músicos hemos de procurar que siempre se cante de la mejora manera posible. El Aleluya es un canto que debemos cantar todos.

Más információn al Respecto:
Este canto es una Aclamación antes del Evangelio, el aleluya es una expresión gozosa, festiva, un viva Cristo Maestro y Señor que nos dirige su Palabra. Aunque no es esencia, es importante entonarlo en las fiestas y solmenidades. El aleluya va acompañado de una frase del Evangelio, indicando que es canto preparatorio al mismo. Los versos del Evangelio, se encuentran en el leccionario. El verso propio del Aleluya prepara y anuncia el sentido del Evangelio, por lo que no debe cambiarse por otro tipo de estrofas o aclamaciones. Si se hace alguna monición al Evangelio. esta debe hacerse antes del Aleluya.