El canto de Santo
Santo, santo, santo es el Señor
Núcleo de los motivos de alabanza y gratitud
¿Qué es el Sanctus?
El Santo, es una expresión de reconocimiento hacia la grandeza y la santidad de Dios. Es una aclamación que une esta Iglesia terrestre a la Iglesia celeste. Es el canto mas antiguo y el mas importante del repertorio de los cantos llamados “del Ordinario”. Es una oración compuesta en una parte por las palabras que le profeta Isaías oyó cantar a los serafines y la otra parte procede de la alabanza con la multitud aclamó a Jesús el entrar en Jerusalén. Es un modo de darle la bienvenida a Cristo, el cual está a punto de venir sobre el altar tan pronto el sacerdote pronuncie las palabras de la consagración.
¿Quién canta el Santo?
Es un canto que le pertenece al sacerdote y al pueblo, es un canto que pertenece a toda la asamblea congregada. El coro y los músicos también somos pueblo. Es en este canto donde todos nos unimos al coro de los ángeles y los arcángeles para aclamar y alabar a Dios por sus bondades. La función que debes tener como músico litúrgico en este momento es la de animar a la asamblea a que cante y la de respetar íntegramente el texto “oficial” del Santo cuando se trate de elegir uno ya compuesto o tú vayas a componer alguna melodía para esta hermosa letra. Si hay algún otro canto que debamos respetar completamente, ése es el Santo, Santo, Santo es el Señor.
¿Cómo se canta el Santo?
Como el Santo es una aclamación al Señor, debe ser entonado con entusiasmo, con alegría, con energía. Recuerda que es tu ser dándole alabanza a Dios. Al mismo tiempo no pierdas de vista que es un canto celestial que deber ser acompañado musicalmente por una melodía bella, que invite a cantar desde lo más profundo del alma en esta oración. Es un canto que debemos darle una estructura sencilla, fácil de aprender y repetir por la asamblea.
Más información al Respecto:
El canto de Santo forma parte de la plegaria Eucarística, es un canto en el que el pueblo expresa su adhesión a la oración del sacerdote. Este canto nos abre la puertas a la comunión con la iglesia Triunfante, es decir, la liturgia de la iglesia en la tierra se una a la liturgia festiva de la iglesia en el cielo. En el siglo IV, Cirilo de Jerusalén, hace una catequesis sobre el santo, por lo que al parecer, es para entonces cuando este cnato está ya incluido en la estructura de la Eucaristía o Cena del Señor. Es un Himno de influencia judía en el que se reconoce la santidad y la trascendencia de Dios. Al aclamar “Santo, Santo, Santo” se expresa la santidad inmensa de Dios expresada en el superlativo judio (“tres veces Santo”). En este Himno encontramos sintetizado los textos de: Isaias 6, en el que se aclama al Dios trascendente. Mateo 21 en el que se aclama Hosana al Hijo de David. Es por tanto un Himno que une al Antiguo testamento y al Nuevo. Ordinariamente el Santo debe cantarse y debe respetarse la letra propia. Sin embargo en las Misas con niños algunos le hacen adaptaciones cosa que es incorrecta.