QUE AMABLE ES TU MORADA
OH, DIOS, REY CELESTIAL.
QUE AMABLE ES TU MORADA
OH, DIOS, REY CELESTIAL.
Mi alma suspira y anhela,
deseo estar en tu templo.
Mi cuerpo y corazón cantan alegres,
de ver a al Dios viviente.
La golondrina y el gorrión
en tu casa encuentran lugar.
Anidan allí con sus polluelos
Señor, mi Rey y mi Dios.
Felices los que viven en tu casa,
te ala a ban sin cesar.
Felices los que encuentran tu ayuda,
peregrinos caminando hacia ti.
Señor, escucha mi oración,
atiene a mi plegaria.
Oh Dios, mira al que Tú escogiste,
contempla tu siervo, Señor.
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